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EPILEPSIA. Día Nacional de la Epilepsia.

Hoy 24 de mayo, es el Día Nacional de la Epilepsia. Por eso, en Fisio at Home, queremos contribuir en este día, dando a conocer algunos datos sobre esta enfermedad.

La palabra epilepsia tiene origen griego y significa “ser atrapado” o “estar cautivo”.

Es un trastorno neurológico muy frecuente: alrededor del 6% de la población experimentará una crisis epiléptica al menos a lo largo de su vida. Es más frecuente en niños. Más del 75% de los pacientes con epilepsia han tenido su primera crisis antes de los 20 años.

La epilepsia, es una enfermedad crónica que comprende un conjunto heterogéneo de síndromes caracterizados por episodios recurrentes de alteración transitoria de la función cerebral, es decir, por la aparición de crisis epilépticas.

Una crisis epiléptica (CE) es un episodio de breve duración (no suele durar más de 2 minutos) y brusco que cursa con síntomas motores, sensitivos, sensoriales, psíquicos y/o de alteración de la conciencia.

Las CE se deben a una descarga paroxística de un conjunto de neuronas cerebrales. Las manifestaciones clínicas se deben fundamentalmente a la localización de la descarga inicial y a la propagación de la misma.

Sin embargo, no siempre que se produce una CE podemos hablar de epilepsia.

La CE puede ser aislada (sin causa aparente), o bien puede ser un síntoma causado por lesiones como un tumor cerebral o un traumatismo que habría que descartar en el diagnóstico.

Para el diagnóstico de EPILEPSIA, es imprescindible la repetición de crisis epilépticas, normalmente espontáneas e impredecibles. Para establecerlo, deber haberse confirmado al menos 2 crisis no provocadas no habiendo transcurrido entre ellas más de 2 años; además deben realizarse pruebas complementarias como el electroencefalograma.

Para facilitar el diagnóstico, y por lo tanto poder establecer un pronóstico y un tratamiento, se han clasificado las CE de la siguiente manera:

  • Crisis parcial, local o focal. La activación neuronal inicial se limita a una parte del hemisferio cerebral. Pueden ser simples o complejas según se altere o no el estado de conciencia. Pueden evolucionar hacia una crisis generalizada. Pueden presentar signos motores limitados a una región de la corteza motora, o extenderse a áreas vecinas, ocasionando un movimiento secuencia de determinadas partes del cuerpo; son las conocidas como crisis jacksoniana. Puede darse una parálisis postcrisis que dura minutos u horas de la región afectada; es lo que se conoce como parálisis de Todd.
  • Crisis generalizada. Afectan a todo el hemisferio cerebral.
    • Ausencias. Se caracterizan por una interrupción brusca de la actividad de segundos de duración. No deja secuelas ni alteración de la conciencia.
    • Crisis tónico-clónicas, también conocidas como “gran mal”. Son el tipo de crisis más conocidas por ser muy espectaculares. Comienzan con una pérdida de conciencia seguida de una contracción muscular tónica brusca, dificultad respiratoria y quejido. En esta fase es frecuente la mordedura de la lengua y la enuresis (orinarse encima). Tras unos segundos se inicia la fase clónica, con sacudidas repetidas. Finalmente se produce la relajación, aunque el sujeto todavía permanece inconsciente. Es frecuente que el individuo no recuerde nada (amnesia postcrisis).
    • Crisis mioclónica. Contracciones súbitas, breves, únicas o múltiples, focales o no.
    • Crisis clónica.
    • Crisis tónica.
    • Crisis atónica. Pérdida brusca del tono corporal con caída al suelo y pérdida de conciencia momentánea.
  • Crisis no clasificables.

El tipo de CE más conocida son las tónico-clónicas o “gran mal”, tal vez por ser muy espectaculares para el observador. Sin embargo, precisamente por eso, cuando ocurren, el sujeto por norma general acude a su médico para ser diagnosticado y si procede, llevar a cabo un tratamiento. El problema diagnóstico surge con el resto de crisis, que pueden pasar desapercibidas, a veces incluso para los propios profesionales sanitarios; además que pueden confundirse con otro tipo de patologías como el síncope vasovagal.

En ocasiones, el afectado, con ayuda del especialista y de su entorno familiar, pueden determinar factores desencadenantes de las CE: luces, ruidos, televisión, video-consola…

La duración de las crisis, es un importante factor pronóstico. Cuanto mayor es la duración del episodio, peor es el pronóstico de la enfermedad.

Las crisis aisladas, las que tienen factores desencadenantes claros, las crisis idiopáticas en el adulto o los síndromes epilépticos benignos en la infancia tienen buen pronóstico.

Sin embargo, la epilepsia asociada al Síndrome de West o al Síndrome de Lennox-Gastaut tiene mal pronóstico.

Tratamiento de la Epilepsia.

***Nota importante:

Si sospecha que usted o alguien cercano puede sufrir epilepsia, por favor, REMÍTALE AL NEURÓLOGO. Es el especialista más competente para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de esta enfermedad.

La epilepsia es una enfermedad seria, si cualquier otro profesional, se declara competente desechando la opinión de su neurólogo, ignórela, o en tal caso consulte con su médico neurólogo (o neuropediatra), ya que probablemente esté cometiendo una negligencia. No obstante, existen más profesionales que pueden ayudar a los enfermos de epilepsia, bajo la dirección del médico neurólogo: enfermer@s, psicólog@s, médico de cabecera, pediatra, fisioterapeutas, diplomados universitarios en nutrición…

El diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la epilepsia, debe llevarlos a cabo un neurólogo. El tratamiento de esta enfermedad es fundamentalmente farmacológico (valproato sódico, benzodiacepinas, carbamacepinas). El tipo de fármaco, la dosificación y la retirada del tratamiento los establece el médico neurólogo en función del tipo de epilepsia, de la edad del paciente, de su historia clínica y de su ritmo de vida. El 80% de las crisis se controlan con la medicación.

La tendencia actual, es la de no tratar las crisis aisladas. Aunque el 30-70% de las crisis recidivan, el tratamiento suele iniciarse al confirmarse al menos 2 CE en un periodo menor de 2 años.

Además del tratamiento farmacológico, deben modificarse los hábitos de vida: conducción, práctica de determinados deportes en los que si sucediese una crisis el riesgo vital del paciente es alto (natación, montañismo), evitar factores desencadenantes descritos y probables…

En caso de epilepsias focales refractarias al tratamiento farmacológico, suele recomendarse la cirugía; que consiste en la eliminación del foco epileptógeno mediante exéresis o disminución de la propagación de la descarga eléctrica, interrumpiendo las vías interneuronales.

Fisioterapia y Epilepsia.

La Fisioterapia puede ayudar a los pacientes con epilepsia, fundamentalmente con programas de educación para la salud:

  • Reducción y eliminación de los factores desencadenantes.
  • Técnicas de relajación. Ya sea mediante el masaje relajante o mediante el entrenamiento en técnicas de relajación. El estrés es un claro factor precipitante de CE.
  • Fisioterapia respiratoria. Favorece la relajación. Mejora los volúmenes respiratorios, lo que disminuye el riesgo de sufrir dificultades respiratorias graves durante las futuras crisis.
  • Tratamiento de lesiones acontecidas en las crisis si ha existido caída: contusiones, contracturas, fracturas…

Información ofrecida por FISIO AT HOME (Fisioterapia y Rehabilitación integral a domicilio)

Contacto: www.fisioathome.com

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